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sábado, 13 de septiembre de 2025

"Arenas movedizas" (Jacques Prévert)

 

Arenas movedizas

Demonios y maravillas

Vientos y mareas

A lo lejos ya el mar se ha retirado

Y tú, como un alga dulcemente

acariciada por el viento,

en las arenas del lecho

te agitas entre sueños

Demonios y maravillas

Vientos y mareas

A lo lejos ya el mar se ha retirado

Pero en tus ojos entreabiertos

han quedado dos pequeñas olas

Demonios y maravillas

Vientos y mareas

Dos pequeñas olas para ahogarme

 - Jacques Prévert -

miércoles, 2 de julio de 2025

"El hambre" (poema de Nicolás Guillén)

 


EL HAMBRE

Esta es el hambre
Un animal todo colmillo y ojo
Nadie lo engaña ni distrae
No se harta en una mesa
No se contenta con
un almuerzo o una cena
Anuncia siempre sangre
Ruge como león
Aprieta como boa 
Piensa como persona

El ejemplar que aquí se ofrece
fue cazado en la India
(suburbios de Bombay),
pero existe en estado
más o menos salvaje
en otras muchas partes

No acercarse

Nicolás Guillén ("El gran zoo", 1967)
--

miércoles, 13 de noviembre de 2024

"Gallinas", texto de Rafael Barrett.

 

Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada.

La propiedad me ha hecho cruel. Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llena para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.
Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas el intruso, pero saltaban el cerco y aovaron en casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.
¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí. Antes era un hombre. Ahora soy un propietario.
--
Rafael Barrett (Torrelavega, Cantabria, España, 7 de enero de 1876 - Arcachón, Francia, 17 de diciembre de 1910) fue un escritor español -narrador, ensayista y periodista- que desarrolló la mayor parte de su producción literaria en Paraguay.

"Arenas movedizas" (Jacques Prévert)

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